Otra cuestión que suele rondar en la cabeza de una persona con una ostomía cuando surge un viaje, es la alimentación.

Si ya has tenido tiempo de recuperarte completamente de tu cirugía, tendrás bastante idea de aquello que te puede provocar molestias o sentar mal. Esto lógicamente varía de una persona a otra pero conviene tenerlo en cuenta.

En líneas generales, evita el consumo previamente y durante tu viaje alimentos que sepas pueden causarte malestar intestinal. Ten en cuenta que no siempre podrás encontrar un lugar limpio y que cuente con las comodidades para realizar cambios o vaciados de forma continua así que, consume productos ligeros y que no generen malestar estomacal.

En viajes turísticos se suele probar la comida local, algo que en principio no representa ningún problema, siempre y cuando estos alimentos no produzcan una alteración del tránsito intestinal. Para evitar sorpresas, trata de probar la comida del lugar de destino, si es posible, durante unos días. Si por ejemplo, tienes previsto viajar a México, trata de comer comida mexicana unos días para ver si la toleras bien.

Es recomendable ingerir alimentos que sean bien tolerados pero siempre puede haber algún imprevisto. Lleva siempre contigo un kit de medicación pautado por tu médico. Estarás mucho mas tranquilo durante tu viaje sabiendo que el cuidado de tu estoma estará garantizado todo el tiempo.

Vivir con una Enfermedad Inflamatoria Intestinal y ser portador de una bolsa de ostomía no es ningún impedimento para que puedas hacer viajes a lugares exóticos a los que siempre has deseado ir, aunque ello suponga algún imprevisto no deseado y más tiempo de planificación.