Cuando tu cirugía de ostomía es reciente, una de las primeras preguntas que te harás es sobre el aspecto que debe de tener tu estoma para confirmar que la evolución es correcta.

Todos los estomas son iguales, en general, salvo por su tamaño y forma. El estoma debería ser rojo o rosado. Está lleno de vasos sanguíneos, que se encuentran sobre la superficie.

El estoma debería de estar siempre húmedo, igual que el interior de tu boca. Al ser una membrana mucosa, posee su propia lubricación natural.

No debes de asustarte si en algún momento tu estoma sangra: al tener muchos vasos sanguíneos es totalmente normal. Sanará solo, como cuando te muerdes la cara interna de la boca. El estoma no tiene sensibilidad porque carece de terminaciones nerviosas. El movimiento leve del mismo, se denomina acción peristáltica.

El tamaño del estoma cambia a lo largo de la vida del paciente con ostomía, especialmente durante las primeras semanas tras la cirugía. El estoma tardará entre seis u ocho semanas en reducir su tamaño.

Durante ese período, es importante medir tu estoma en cada cambio de dispositivo para ajustar la placa del mismo. El dispositivo debe de cubrir adecuadamente la piel periestomal para mantenerla cuidada y sana, garantizando que no haya filtraciones (fugas).

Con el paso del tiempo, ganarás seguridad y confianza en el cuidado de tu ostomía.